Mindfulness (atención plena, conciencia plena) es una capacidad innata que todos tenemos de estar presentes en aquello que estamos haciendo o que está sucediendo en un momento determinado. El mindfulness es poner la atención de forma deliberada a la experiencia del momento presente, sin juzgar, con una actitud de aceptación de la realidad tal cual es (que no resignación) y de amabilidad, lo que nos ayuda a gestionar nuestras emociones y decidir cómo actuar con más discernimiento y eficacia.
Mindfulness es una forma de tomar conciencia de nuestra realidad, dándonos la oportunidad de trabajar concientemente con nuestro estrés, dolor, enfermedad, pérdida o con los desafíos de nuestra vida. Si, por el contrario, no ponemos atención en nuestra vida, hará que nos encontremos más preocupados por lo que ocurrió o por lo que aun no ha ocurrido, conduciéndonos al descuido, el olvido y al aislamiento, reaccionando de manera desadaptativa.
Mindfulness permite que, aunque experimentemos algo estresante, desagradable o irritante, podamos ahorrarnos el sufrimiento añadido de tener que lograr que aquello desagradable desaparezca y desarrollemos la resiliencia, adaptándonos mejor a las adversidades.En el contexto actual de una sociedad muy exigente y una vida cargada de responsabilidades y ocupaciones, estamos sometidos a numerosos factores de estrés que nos hacen sentir bajo presión.
La preocupación por hallar respuestas al estrés y para atenuar sus efectos y poder sobrellevarlo de forma sostenible ha hecho que la práctica de Mindfulness se haya extendido y popularizado como una forma de vivir con mayor consciencia o atención plena que permite relacionarnos de forma directa con aquello que está ocurriendo en nuestra vida en el momento presente y, como consecuencia de ello, ganar en poder de decisión, respondiendo a los acontecimientos -aunque sean desagradables y estresantes- en lugar de reaccionar de forma automática e irreflexiva.